
Los cinco océanos
Los cinco océanos

Como podemos observar en la imagen, el agua de ríos, lagos, mares y océanos, se evapora debido al calor del sol, sube en forma de vapor a las nubes, donde se acaba condensando debido al cambio de presión y sobre todo de temperatura. Una vez condensada pesa más, por lo que precipita, es decir, cae a la tierra en forma de miles de pequeñitas gotas de agua, las cuales completan su ciclo volviendo a la tierra, a los mares, ríos, lagos y océanos.
Gracias a este complejo ciclo que aquí hemos explicado a groso modo y de forma esquemática, la tierra se llena de agua, lo cual provoca que crezcan las plantas que producen el oxígeno que necesitamos para respirar, que a su vez hace que muchos animales hervivoros puedan tomarlas como alimento para sobrevivir, lo que hace que los animales carnívoros puedan alimentarse de los hervívoros...
Como vemos, algo tan simple como la lluvia, la cual estamos acostumbrados a ver caer de forma casi inadvertida, es la causante de que todos podamos vivir, respirar y alimentarnos en el planeta Tierra.
Tras tratar la enorme importancia del agua en nuestro planeta, y en nuestras vidas ya que no hemos de olvidar que el 70% de nuestro cuerpo está formado por agua, vamos a hablar de forma rápida, aportando datos sencillos y fáciles de recordar, de los cinco océanos que bañan el planeta Tierra.
Cada océano es especial y único por muy diversos motivos; ya sea por su salinidad, su temperatura, su profundidad o longitud, el lugar geográfico donde se encuentran o la multitud de especies maravillosas que habitan en él.
Por partes, la salinidad y la temperatura van estrechamente unidas, ya que cuanta más temperatura hace en la zona en la que se encuentra dicho mar, más agua se evapora.
Si ponemos agua con sal en un vaso, la removemos hasta que la sal se disuelva del todo y la ponemos al sol, observaremos que a las cuantas horas el agua se ha evaporado, mientras que la sal se ha quedado en el vaso.
Esto se debe a que la sal no tiene la capacidad de evaporarse, por lo que siempre va a permanecer en el recipiente. En este caso el recipiente es el mar, por lo que si hace mucho calor, aunque una gran cantidad de agua se evapore y vaya a formar parte del ciclo del agua, la sal se va a seguir quedando siempre en el mar.
De esto extraemos que cuanto más calor haga en el lugar en que se encuentre dicho mar, más cantidad de sal habrá por metro cúbico de agua, luego el mar será más salado.
En cuanto a la temperatura, esta depende del clima de cada zona; si el océano o el mar en cuestión pertenecen al ecuador, la temperatura del agua será más alta, si pertenece a los trópicos, la temperatura será templada y si pertence a los círculos polares, más nos vale llevarnos la chaqueta, porque será bastante fría.
La biodiversidad también depende de cada zona y sobre todo del clima, ya que los animales y plantas se adaptan a las condiciones del entorno. De modo que si nos encontramos en el Mar Rojo (un mar bastante cálido) encontramos gran variedad de especies con multitud de llamativos y vistosos colores, lo cual se debe a que el entorno marino (los corales, algas.. que viven fijas al sustrato) también es de colores muy vivos, por lo que para camuflarse y no ser presa de los depredadores, los animalillos se han transformado durante cientos de años hasta conseguir el mismo o un color muy parecido al del entorno.
De esta misma manera podemos deducir que si nos vamos al Polo Norte, todo lo que encontremos será de colores pardos o muy claros para poder mimetizarse con el hielo y la nieve de la zona.

